jueves, 29 de abril de 2010

El finning

Se habla mucho de los toros últimamente. Se habla de los zorros en Inglaterra. De las focas en Canadá y los perros en China. Pero, en los fondos oceánicos, ¿quién va a oir los gritos de los tiburones? Dejando de lado que los tiburones no gritan ni emiten sonido alguno, cada vez son más los peces y cetáceos que sufren los efectos de la pesca descontrolada. Desde ballenas hasta raras especies coralinas están desapareciendo por culpa del concepto del mar como una fuente inagotable de recursos. No existen prácticamente organizaciones internacionales (a excepción de las ONG) que regulen la sobreexplotación de los mares.


El finning es un método de pesca que consiste en cortar las aletas laterales, dorsal, y la cola de los tiburones para su comercio y consumo. ¿Y qué se hace con el resto del cuerpo, teniendo en cuenta el espacio que ocupa en las cámaras frigoríficas de los barcos y su escaso valor nutritivo y monetario?
La triste y escabrosa respuesta es que se devuelven al mar... vivos. Vivos, mutilados, para que mueran en una lenta agonía en el fondo del mar. Y dejando de lado la gran pérdida de sangre, el hecho de carecer de extremidades les impide por completo el movimiento, haciendo imposible cazar, huir de los peligros o mantenerse a flote. Lo único que pueden hacer es menearse lastimosamente mientras, reducidos a un montón de muñones, descienden hasta el suelo marino: su tumba.


Cada año mueren miles de tiburones por culpa de esta cruel práctica. No hay ley ni organización que los defienda ni regule el tráfico de aletas de tiburón: para colmo, los pescadores cobran una miseria por cada pieza, entre 10 y 12 euros, mientras que en los restaurantes la sopa de aleta de tiburón puede llegar a costar 100 euros.








¿Hasta dónde tienen que llegar la crueldad y ambición humanas?

martes, 27 de abril de 2010

El tiburón prehistórico de Japón

Los japonenes, aviesos cazadores de peces y cetáceos, no esperaban encontrarse con esta rareza prehistórica en sus aguas. De hecho, muchos de los hallazgos marinos más impresionantes se han dado en los mares de China, Japón y Rússia: restos de cuerpos gigantes en la orilla, criaturas que se creían extintas.... Este caso, que ha conmocionado a los círculos científicos, es el de un tiburón que vivió hace miles de años y que no se sabía de ningún ejemplar vivo... hasta ahora. El animal, de seis metros de largo y piel blanca, estaba enfermo y murió en el acuario al que fue trasladado para su estudio. Lo único que nos queda de la criatura, cuyo nombre ignoramos, es este vídeo:


SEMANA MARINA

Esta semana colgaré temas relacionados con el mar, a raíz del estreno del documental Océanos